miércoles, 18 de julio de 2007

Cinco sentidos

El sonido de las olas al chocar contra la arena de una playa desierta, de las hojas de los árboles al mecerse suavemente a merced del viento, del canto de los pájaros que dan la bienvenida al nuevo día, de la vibración de las cuerdas de un violín al ser tocado por unas manos expertas...

La sensación que producen las caricias de unos amantes entregados al deseo o de un niño al ser abrazado por su madre, el cosquilleo en el estómago de un adolescente enamorado, el escalofrío producido por el contacto del viento contra la piel desnuda...

El olor de un bizcocho recién hecho, de las flores de jazmín que pueblan las macetas de los patios andaluces, de hierba recién cortada, de la mezcla entre sudor y sexo en una pequeña habitación de motel de carretera...

El sabor amargo de un café caliente en una noche fría de invierno, dulce de un caramelo en la boca de un niño pequeño, salado, que queda en los labios después de sumergirse en el agua de la playa, o ácido pero a la vez refrescante del limón después del tequila en una noche de borrachera con los amigos...

La maravillosa visión de millones de estrellas en una noche sin luna, de los dibujos que forman las nubes algodonadas sobre el tapiz azul del cielo, de mariposas sobrevolando un prado inundado de flores multicolor, de la sonrisa sincera del ser amado...

Quería formar parte de todo eso...

... Y por eso se quitó la vida.

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