domingo, 24 de febrero de 2008

Determinación


A partir de hoy, sólo sexo.

No quiero falsas caricias ni besos amargos. No quiero manos entrelazadas ni dulces susurros.

No quiero que te sientas obligado a respetarme, cuidarme, consolarme, animarme, abrazarme, entretenerme, quererme. Quiero que me mires si te apetece hacerlo y sin pensar en si malinterpretaré tus miradas. Quiero ser un maniquí guiado por mis impulsos sin que saques conclusiones precipitadas.

No necesito un confesor, un aliado, un consejero, un padre o un amigo. Sólo necesito un desahogo de la mierda que me rodea día a día, una evasión de la rutina, un alivio de las tensiones, un consuelo a las penas, un bálsamo para estos continuos dolores de cabeza.

Sólo quiero sexo.

Quiero encontrar el límite entre lo terrenal y lo celestial, y cruzarlo; quiero gritar de placer hasta quedar afónica; quiero saber si nací con el maravilloso don de la multiorgasmia.

¿Probamos?

No hay comentarios: