A partir de hoy, sólo sexo.
No quiero falsas caricias ni besos amargos. No quiero manos entrelazadas ni dulces susurros.
No quiero que te sientas obligado a respetarme, cuidarme, consolarme, animarme, abrazarme, entretenerme, quererme. Quiero que me mires si te apetece hacerlo y sin pensar en si malinterpretaré tus miradas. Quiero ser un maniquí guiado por mis impulsos sin que saques conclusiones precipitadas.
No necesito un confesor, un aliado, un consejero, un padre o un amigo. Sólo necesito un desahogo de la mierda que me rodea día a día, una evasión de la rutina, un alivio de las tensiones, un consuelo a las penas, un bálsamo para estos continuos dolores de cabeza.
Sólo quiero sexo.
Quiero encontrar el límite entre lo terrenal y lo celestial, y cruzarlo; quiero gritar de placer hasta quedar afónica; quiero saber si nací con el maravilloso don de la multiorgasmia.
¿Probamos?
No quiero falsas caricias ni besos amargos. No quiero manos entrelazadas ni dulces susurros.
No quiero que te sientas obligado a respetarme, cuidarme, consolarme, animarme, abrazarme, entretenerme, quererme. Quiero que me mires si te apetece hacerlo y sin pensar en si malinterpretaré tus miradas. Quiero ser un maniquí guiado por mis impulsos sin que saques conclusiones precipitadas.
No necesito un confesor, un aliado, un consejero, un padre o un amigo. Sólo necesito un desahogo de la mierda que me rodea día a día, una evasión de la rutina, un alivio de las tensiones, un consuelo a las penas, un bálsamo para estos continuos dolores de cabeza.
Sólo quiero sexo.
Quiero encontrar el límite entre lo terrenal y lo celestial, y cruzarlo; quiero gritar de placer hasta quedar afónica; quiero saber si nací con el maravilloso don de la multiorgasmia.
¿Probamos?
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